Existen en el mercado varios tipos de mantas térmicas que se adecúan a las necesidades de cada piscina en particular, en función de las necesidades de la misma o incluso del presupuesto del comprador.
Una de las ventajas que comparten todas las mantas térmicas para piscinas es que son una forma económica de mantener climatizada una piscina, así como una forma de contribuir con el medio ambiente ya que reducen de forma significativa la emisión de gases que producen efecto invernadero.
Siguiendo con las ventajas que proporciona comprar una manta térmica para piscinas, un punto muy a tener en cuenta es el ahorro. Tener una de estas mantas en la piscina contribuye a que se ahorre entre un 50 y un 70% del coste de climatización. También se ahorra en productos químicos, ya que reduce su consumo entre un 30 y un 60%.
Así se usa la manta térmica para piscinas
Al contrario de lo que mucha gente puede pensar, las mantas térmicas se utilizan únicamente en la época de uso de la piscina, es decir, normalmente las mantas térmicas se utilizan en el verano. No deben confundirse con los cobertores de invierno, que son específicos para esa época del año.
El momento en el que se utiliza la piscina también ha de ser tenido en cuenta, pues no es lo mismo usarla durante el día que usarla durante la noche. Si se usa durante el día, lo único que hay que hacer es retirar la manta térmica antes de darle uso y colocarla una vez ha terminado la jornada. Si se le da uso por la noche, por otro lado, la eficiencia de la manta varía en función de los rayos de sol que haya recibido la manta durante las horas diurnas.